Nuestras actividades en el desierto
El desierto no es un lugar, sino una dimensión sin tiempo ni espacio bajo un sol que arde eternamente, nacido de miles de años de trabajo de las fuerzas naturales y que se expande sin cesar, en una inmensa extensión de dunas de arena y tierra desolada.
Al igual que la fina arena del Sáhara se filtra en el cuerpo, el ritmo del Sáhara se filtra en el alma; elevando el espíritu al permitir los pensamientos y la meditación de forma natural y sin tiempo. En el desierto, los días tienen sentido y se viven sin prisa, permitiéndote vivir y estar presente en cada momento.